Entonces,
me quedo aquí,
en
medio de la historia,
fotografiando
los futuros,
me
quedo en medio de todas las selvas
sin
nombre que se pierden
y
se vuelven guerras de besos y de plomo
mucha
vaina y mucho espíritu suelto
solicitándome
que me muerda la piel
que me la arranque
que haga tiras de olvido con la historia
de
las verdades a medias.
Ayer
me dijiste, que si te amaba
construiríamos
un imperio con amor,
Que
nos edificaríamos
y
cógete duro que hace frío
y
los viajes son largos,
pero
más larga es esta tristeza de monte y guayabas,
de
signos fijos que disparan pequeñas muertes
detrás
de mis orejas,
el
olor de tu carne,
el cielo cubierto por luciérnagas que cantan
y
miran un pelotón de un millón de hombre marchando
haciendo
temblar la tierra,
y
dos mil indios se esconden detrás de sus leyendas
me
dijiste que si te amaba construiríamos un valle
una
montaña y un rio sin cicatrices,
el batallón canta mientras las mariposas
se aparean con los ríos
la
historia toma café mientras ve desde la ventana
su
ciudad en ruinas por la noche roja,
ella
me tomó la mano,
fue
cibernético creo,
me
besó amarilla entre sus puentes
de miedo y odio,
entre
sus amores profundos,
la
historia se escondió bien detrás del poder,
y
ese batallón de sangre y noches rojas
se
detuvo frente al valle que construimos,
ahora
quieren invadir nuestro reino
que
está más allá del olvido.
por: Damian Salguero
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